NUESTRA HISTORIA
Hijo de Miguel Gutiérrez y Maria León, Miguel Gutiérrez León (el abuelo Miguel) nace en Guadalajara, Jalisco en 1920. Fue criado por su tía Paula (quien sólo pudo tener un hijo en una época en la que las familias eran numerosas, por lo que añoraba criar a un bebé), lo cual le permitió (gracias a las posibilidades económicas de ella) pasar los primeros años de su vida viviendo como niño consentido, alejado de cualquier oficio y enfocado en sus estudios. A la edad de 17 años, su familia trata de convencerlo para que se convierta en sacerdote, lo cual provoca un rompimiento, ya que él nunca se identificó con esta vocación. Al no haber posible negociación con su familia, la cual insistía en que ingresara al seminario, el abuelo Miguel huye de Guadalajara para peregrinar un año por todo México en ferrocarril, teniendo que dejar su vida de niño rico para ganarse el sustento en diversos trabajos temporales. Finalmente, en 1938 llega a Santa María la Ribera (Cdmx), en donde se reencuentra con su primo Rafael (único hijo de la tía Paula) y con quien decide recuperar el oficio de su padre (marroquinería), el cual ejercería por los siguientes 50 años, logrando ser considerado como uno de los grandes maestros marroquineros de la Ciudad de México.
Hijo de Miguel Gutiérrez León y Elena Martínez Flores, el tío Miguel Gutiérrez Martínez nace en la Ciudad de México el 4 de febrero de 1947. El tío Miguel se involucró en diversos oficios desde temprana edad, hasta que finalmente a la edad de 30 años (1977) decide emprender su propio taller de marroquinería e invitar a su padre a trabajar con él y de esta forma aprovechar todo su conocimiento. Trabajaron juntos durante 20 años, hasta el fallecimiento del abuelo Miguel. Por su parte, Miguel Gutiérrez Martínez trabajó en su taller durante 44 años de forma incansable hasta su fallecimiento a inicios del 2021. Aunque nunca tuvo hijos, el taller de Miguel Gutiérrez Martínez sigue funcionando hasta nuestros días (enfocado únicamente en correas de reloj), de la mano de 2 de sus hermanas: Rosa y Lucía Gutiérrez Martínez. Miguel Gutiérrez Martínez fue un hombre feliz, que supo hacer felices a los que vivieron a su lado y su trabajo inspiró a muchas personas.
Con base en este legado e impulsado por una gran pasión, Gutier nace con el objetivo de conservar y escribir una nueva página de la historia familiar, manteniendo vivo el arte de la marroquinería artesanal en México. La identidad de marca está inspirada en los apellidos "Gutiérrez León" del abuelo Miguel, quien fue sin lugar a dudas el personaje más sabio, peculiar, con mayor arrojo y fuente admiración para todos los que lo rodeamos. De esta forma, Gutier es un homenaje para el abuelo y el tío Miguel, así como para las tías Rosa y Lucía, quienes con su ejemplo y fortaleza se mantienen trabajando.
Edgar Rosas Gutiérrez.